Actualmente, las organizaciones hoteleras se enfrentan a los retos de la globalización, en el momento que un consumidor se encuentra indeciso al escoger entre una marca y la competencia. Por lo cual el neuromarketing, se convierte en una oportunidad de diferenciación para la atracción de más clientes. Por ejemplo, algunas empresas como el Hotel Le Meridièn, en la India, tiene en su lobby un olor particular a libros antiguos y a pergaminos, haciendo que las personas asocien éstos aromas a nuevas experiencias culturales, por otro lado, en la ciudad de México el hotel St. Regis huele a Té Verde en las áreas comunes y a chicle en la zona de niños, generando sensaciones de tranquilidad y diversión.