Esta obra basa su discurso en la capacidad que tiene el cerebro de percibir el sonido y hacer una analogía espacial o visual según las cualidades de este: si es suave se percibe distante, si es fuerte se percibe cerca, si es una nota aguda se percibe en la parte alta del espacio sonoro y en la parte baja si esta es grave. Así, todos los eventos musicales son pensados no solo en sí mismos sino también en relación con el campo visual: los crescendos y decrescendos se entienden come alejamientos y acercamientos, las masas sonoras como espacios llenos, etc. Por lo tanto, el manejo de los registros se hace vital debido a que se entiende a las notas musicales: como alturas que se ubican en un determinado espacio del espectro sonoro, de modo que el resalta un registro especifico es hacer hincapié en una ubicación particular del espacio sonoro.