El autor analiza el neoliberalismo como un sistema de creencias y hace una analogía con la religión: “Ninguna religión ha sido capaz de extender tan universal y eficazmente su credo como la del mercado, que cuenta con flamantes teólogos entre sus filas. Uno de los más destacados es Michael Novak, para quien el neo-capitalismo constituye el mejor de los modelos económicos, ya que es el que más riqueza genera, el que mejor distribuye y el que consigue los niveles más altos de felicidad para la mayoría de la humanidad”. Este planteamiento es muy cuestionado por el autor de este artículo.