Descripción
El artículo se propone mostrar tres cosas. Primero, que —lejos de ser la solución "natural" alproblema de la separación entre el estado y las confesiones religiosas—, la laicidad es una excepción en el mundo democrático. Segundo, que los uruguayos hemos aplicado este concepto con mucho más vigor e inflexibilidad que sus propios creadores. Tercero, que mientras en Uruguayla laicidadhapasado a serun dogma casi indiscutible, en Francia, supaís de origen, es un concepto discutidoyen mutación. Para sustentar estas tres afirmaciones, el autorsistematiza información referente al modo en que se ha trazado ellímite entre el estadoy las confesionesreligiosas en Alemania, Bélgica, Estados Unidos, Francia y Holanda.