Description
Dentro de los linderos de un mundo que se desvela por explicarlo todo desde
una racionalidad portadora de principios capaces de darle sentido a las causas y sus efectos, como también del tupido entramado de relaciones que tocan por igual a personas y cosas, tenemos que es de vital importancia puntualizar el lugar que ontológicamente posee el bien y la maldad. Para Baruch de Spinoza este era un problema de primer orden que debería ser abordado por el discurso filosófico, porque ayudaría a definir el rol del entendimiento, de las pasiones y con ello la factibilidad de un mundo capaz de ofrecer respuestas a las agresiones y violencias acostumbradas a maniobrar bajo el amparo del poder religioso, político y social de turno.