Los años dorados de la investigación, construcción y experimentación de la capital de Colombia se fueron desvaneciendo ya que la sociedad simplemente la dejó en el olvido. ¿Pero, por qué? Quizás se deba a ese pequeño dicho que la mayoría de los habitantes dicen, “Bogotá de todos, ciudad de nadie” la cual hace que pocos sean los que se percaten de la riqueza que se tiene.
El Centro Urbano Antonio Nariño ubicado en el noroccidente de la ciudad de Bogotá, posee valores que atestiguan la riqueza que la modernidad promovía. Este centro urbano respondió a un discurso programático de ideas higienistas, como la separación de funciones en la vivienda y a condiciones arquitectónicas y urbanas de la vivienda planificada, como la relación de la arquitectura con la naturaleza y la utilización e innovación de técnicas estructurales. Sin embargo, actualmente presenta deterioro físico en una torre residencial y algunos equipamientos, presenta una desconexión interna con la torre 10 de mayo y falta de relación con su entorno próximo, generando perdida del simbolismo y el valor patrimonial de esta unidad vecinal. Así que atreves de un ejercicio de análisis y valoración se generaron acciones las cuales van desde un esquema urbano hasta una propuesta arquitectónica que pretenden rehabilitar este centro urbano.