La distribución inequitativa de la tierra ha sido uno de los mayores causantes estructurales de múltiples conflictos y ciclos de violencia en todo el mundo. Un ejemplo de ello son los procesos de Bosnia, Sudáfrica, Mozambique o Guatemala. En Colombia, las víctimas han sido hombres, mujeres, niños y ancianos que han padecido fenómenos como el desplazamiento, secuestro, homicidio, abuso sexual, despojo o abandono forzado de la tierra, además de ser empobrecidos y marginalizados. Teniendo en cuenta lo anterior, la tenencia de tierras y el acceso de las víctimas a su restitución tiene un papel relevante que se ve reflejado en el plano internacional de forma dinámica. La presente investigación pretende reconocer el modo en que un fenómeno local es afectado por fenómenos globales y viceversa.