Descrição
La ciencia y la técnica son portadoras de conocimiento y de innegable bienestar, pero por sí solas no son portadoras de sentido, de utopía, de guía, de soporte, de poder vital y de esperanza ante la adversidad, el dolor y la muerte. De ahí que la religión siga teniendo un lugar y una función preeminentes en la vida de las personas; una función que la psicología de la religión clásica ha estudiado desde sus inicios y, que hoy, cuando el sentido, la esperanza y las utopías se erosionan, es necesario rescatar para la construcción y la orientación de los procesos vitales de los hombres y las mujeres del siglo XXI.