El deterioro funcional hospitalario (DHF) se define como la pérdida de la capacidad de realizar al menos una de las actividades básicas de la vida diaria respecto a la situación basal de la persona (2 semanas antes del inicio de la enfermedad aguda). Su prevalencia va en aumento por la transición demográfica de los últimos años que ha generado que el envejecimiento se con-vierta en un reto con gran impacto en la salud de las personas, sus familias y el sistema sanitario. Una consecuencia importante en la hospitalización de los ancianos es el deterioro funcional hospitalario. Esta condición tiene múltiples consecuencias a corto, mediano y largo plazo dentro de las que se incluyen: aumento de la estancia hospitalaria, aumento de los costos en la atención, aumento de la morbimortalidad, entre otros. Una de las etapas del DFH, que corresponde a la declinación funcional durante la hospitalización, es modificable; de allí la importancia de la identificación y manejo oportuno para intervenir a los pacientes en riesgo. Dentro de las intervenciones que se plantean para lidiar con el DFH se encuentra la atención geriátrica especializada, el manejo integral con un equipo multidisciplinario, el soporte nutricional y la actividad física. Está última, ha demostrado tener efectos beneficiosos sobre la función física, cognitiva y síntomas neuropsiquiátricos en el adulto mayor; por lo que se ha incluido en múltiples protocolos hospitalarios como principal intervención no farmacológica para disminuir la dependencia e impactar en el deterioro funcional hospitalario. El objetivo de esta revisión de literatura es describir la definición, epidemiología, factores de riesgo, complicaciones, factores asociados a la recuperación funcional y programas de intervención descritos para el tratamiento del DFH. Adicionalmente describir las intervenciones que incluyan actividad física en los pacientes adultos mayores hospitalizados por patologías agudas y los posibles resultados funcionales en esta población.