El meditar heideggeriano nos pone en evidencia la primacía del pensar originario, en tanto el pensar filosófico toma un sentido que lo saca del sendero del pensar que nos ha sido heredado y que asumimos como verdad incuestionable. Por tanto, lo que aquí se propone es, a partir del análisis de lo que se entiende por pensar en nuestra época, resaltar el impacto que el pensar moderno ha tenido en la forma como el hombre interpreta y se relaciona con el mundo, además de su falso precepto de que el pensar y aprender es un asunto superado. En este sentido tras un análisis de los postulados de Martin Heidegger, esbozados en dos de sus grandes obras: ¿Qué significa pensar? y Ser y tiempo, se buscará hacer patente en nuestros días la invitación heideggeriana: debemos aprender a pensar.