Un argumento utilizado por las EPS para no invertir en promoción y prevención, es la posibilidad de que dicha inversión se pierda porque el afiliado se puede trasladar a otra EPS. A la vez, la libre elección de eps es pilar fundamental del sistema de salud, en tanto que permite a los afiliados dejar las EPS de mala calidad y trasladarse a aquellas de buena calidad. Este estudio brinda información cuantitativa sobre el tamaño del fenómeno de traslados entre EPS, con el fin de dar luces sobre este debate. Para ello se usó información pública sobre las historias de afiliación de los últimos catorce años (2001-2014), para una muestra aleatoria de adultos entre cuarenta y cincuenta años en cinco ciudades capitales del país. Se calcularon tasas de traslado en periodos de afiliación continua. Se encontró que más del 56 % de los cotizantes tuvieron cuatro o más periodos de cotización; dentro de un mismo periodo de cotización el porcentaje de las personas que no cambió de EPS fue siempre superior al 54 %; en un año calendario, menos del 6 % decidió trasladarse; existía una correlación débil entre traslados e indicadores de calidad de servicio. Los resultados muestran que la tasa de traslados entre EPS es baja, pero que existe una alta fragmentación en los periodos de cotización de una persona. La gente, en consecuencia, no se traslada, sino que interrumpe su afiliación, lo que permite concluir que este comportamiento está marcado por las fluctuaciones del mercado laboral. El traslado de EPS como mecanismo de rendición de cuentas no es un fenómeno frecuente, y si el Gobierno quiere que funciones debe ser rediseñado.