La visión contemporánea de la emoción encuentra a ésta implicada en la acción racional. Este artículo toma como punto de partida dos sentidos en que un sistema podría ser racional, a los que llamo contributivo y constitutivo, para considerar la posibilidad de que la emoción lo sea en ambos sentidos, constituyendo por sí misma un sistema capaz de producir acción racional. Para ello se analiza el posible carácter modular de la emoción y su articulación en la teoría de sistemas duales. Argumentaré que este enfoque adolece de problemas, que llamaré de la integración y de la prioridad racional, que dificultan concebir la emoción como sistema de conducta racional independiente de otros sistemas.