El 10 % de los pacientes con dolor oncológico que se encuentra con terapia sistémica farmacológica óptima presenta inadecuado control, explicado por refractariedad al tratamiento o efectos adversos intolerables. A pesar de que las técnicas intervencionistas se consideren el cuarto escalón de la escalera analgésica propuesta por la Organización Mundial de la Salud, en pacientes con cáncer, la aplicación anticipada de métodos intervencionistas (analgesia neuroaxial o de nervios periféricos) puede representar ventajas como un adecuado control del dolor. Se sugiere un enfoque multidisciplinario que incluya varios servicios clínicos para generar el mayor impacto de este tipo de técnicas en el tratamiento del dolor oncológico, teniendo en cuenta sus indicaciones y contraindicaciones. La analgesia por vía neuroaxial, dirigida directamente a las vías de transmisión del dolor en la médula espinal, proporciona mejor control del dolor, permite la reducción de las dosis de analgésicos y mejora la calidad de vida de los pacientes. La elección entre sistemas de administración de fármacos, ya sea de forma implantable y bombas externas, depende principalmente de expectativa de vida del paciente.