Bogotá cuenta con un gran número de centros educativos tanto públicos como privados, que buscan suplir la necesidad de brindar el derecho de la educación a los niños y jóvenes. Este derecho dicta que se busca el acceso al conocimiento y a formar a los colombianos en el respeto de los derechos humanos, la paz y la democracia, así como exige al Estado regular y ejercer vigilancia con el fin de velar por su calidad y asegurar las condiciones necesarias para su acceso y permanencia en el sistema educativo. Es en este punto donde la mayoría de los centros educativos tanto del país como de Bogotá no cuentan con una infraestructura adecuada para satisfacer las necesidades de toda la población comprendiendo en esta a los niños con discapacidades, generando barreras en el sistema educativo. Por este motivo se presenta la creación de un centro donde todos puedan estudiar sin sentir la discriminación, la exclusión y posterior deserción escolar. Este centro tiene la capacidad de trabajar con niños en condición de discapacidad desde los 2 a los 18 años haciéndolos entender el entorno en el que viven y comprendiendo y desarrollando sus habilidades gracias a las herramientas y accesos que tanto la misma arquitectura como las ayudas sensoriales brindan. De igual forma crear entornos donde se desenvuelven en un contexto cotidiano de la ciudad, buscando así ese fortaleciendo de participación en sociedad.
De tal forma que se piensa en una propuesta de integración con la comunidad y con el contexto inmediato en la localidad de Barrios Unidos, teniendo como lugar de intervención un nodo vial que crea una conexión de este centro y un acceso privilegiando a niños de otras localidades, en la intersección de la calle 80 con avenida caracas, siendo este de igual forma un eje con gran valor simbólico, dando así una re significación de este nodo y creando un centro que marca una pauta en la educación inclusiva dentro de la ciudad de Bogotá. Este centro posee un programa arquitectónico donde se busca integrar la vida que se vive en la ciudad, es decir mediante entornos controlados ,debido a que la edad comprendida requiere de supervisión, poder realizar actividades lúdicas, deportivas, recreativas y por supuesto educativas donde se busca poder enseñar a los niños a vivir dentro de un ciudad que aun posee muchas barreras pero que se pueden sobrellevar y lograr tener una vida donde la discapacidad se vuelva en una cualidad o herramienta. De igual forma el centro no deja de lado su contexto inmediato y su la característica comercial del sector, siendo esto un punto a favor para crear talleres donde se integran a los niños y jóvenes con las labores de estos establecimientos comerciales generando de esta forma zonas de actividad colectiva.