El artículo describe el caso de una paciente de 15 meses de edad herida por arma de fragmentación, que presentaba múltiples lesiones en la cara, el tórax y las extremidades. En cirugía, se encontró una lesión de su aurícula derecha. El trauma cardiaco penetrante es infrecuente en la población pediátrica. No obstante, debido al conflicto armado, los niños tienen riesgo de sufrir lesiones por artefactos explosivos.
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