Nacida en el momento en que la sociedad medieval europea comienza a adquirir conciencia de la pluralidad de elementos y órganos que exige su desarrollo vital, la Universidad es acogida rápidamente como el organismo apropiado para el ejercicio de la función intelectual inherente a toda sociedad culta y bien organizada. La Universidad nace no como el patrimonio cerrado de unos cuantos sino como institución de la vida social, como el aporte específico de, un gremio o grupo social determinado al bien común. Nace para desarrollar el saber en todas sus ramas y niveles para beneficio de la comunidad en que se halla inserta y de toda la humanidad.