La iglesia esta llamada a ejercer sus labores de evangelización mediante una pastoral que fundamente su identidad frente a ese quiebre de paradigmas. Esa pastoral de la iglesia en el mundo actual, necesariamente debe estar matizada por lo jurídico, puesto que esta realidad también le es propia, en cuanto comunidad-signo de salvación. Esa estructura jurídica en la cual los vehículos que la ponen en contacto el devenir social e histórico de la sociedad en el cual se encuentra inserta, y donde es llamada a ser sal y luz de la tierra.