La lucha contra las drogas ha sido un tema fundamental para los intereses de Colombia, ya que este constituye un factor determinante para la extinción de uno de los recursos que alimentan el conflicto armado. A pesar de los esfuerzos institucionales realizados a lo largo de más de cincuenta años en diferentes campos como la administración de justicia, la política económica, la salud pública y las relaciones internacionales, el narcotráfico no ha desaparecido, principalmente porque persiste una estructura de incentivos que promueven la relación de la población campesina con el superávit del producto ilícito.