La partitura musical de Bernard Herrmann para el film clásico Vertigo (1958), de Alfred Hitchcock, es un claro ejemplo de la extraordinaria habilidad de este compositor para traducir las premisas temáticas básicas de un film a una estructura musical compacta. La conexión entre amor y muerte, contenido central de Vertigo, encuentran su contraparte musical en la derivación del motivo asociado con el amor y de dos motivos asociados con la muerte desde los títulos principales en la misma ‘Celula primaria.’ La estructura de los títulos principales reflejan la conexión por medio de la yuxtaposición de los motivos básicos asociados con la muerte y con el amor. Para ilustrar la forma como Herrmann refuerza esta conexión, examinaré una de las escenas claves de este film en la cual las primeras cuatro notas de uno de los motivos asociados con el amor son sujetos a un proceso sistemático de transformación el cual erradica progresivamente la identidad original del motivo. La desintegración del motivo que está inscrito dentro de la estructura de este pasaje expresa un predestinado amor fatal.