Nunca antes en Colombia la educación estuvo tan presente en los medios de comunicación, ni en la agenda y el discurso públicos, circunstancia que se evidencia de variadas maneras. La política de gobierno respecto al tema es configurada por una dinámica problema-solución, en la que alcanzar la paz (problema) permitiría orientar esfuerzos en el cierre de brechas e invertir recursos en mejorar la cobertura y calidad del sistema educativo (solución) (DNP, 2015). En consecuencia, el Ministerio de Educación Nacional ha lanzado múltiples programas de créditos condonables en diferentes niveles: pregrado en Colombia y el exterior, y maestría para docentes. Además, se propone actualizar y subsanar buena parte del déficit de infraestructura física de escuelas en un tiempo récord de cuatros años, con 30 mil nuevos salones de clase. Sumado a lo anterior, se busca que la jornada escolar a la que concurren alrededor de 2’300.000 niños y niñas (más o menos una tercera parte del total de la matrícula) aumente de 5 o 6 horas ―promedio actual― a 8 horas (OECD, 2016).