La presente investigación se basa en un análisis hermenéutico bíblico de Gn 3,21-22 “Yahvé Dios hizo para el hombre y su mujer túnicas de piel y los vistió. Y dijo Yahvé Dios: ‘Resulta que el hombre ha venido a ser como uno de nosotros, en cuanto a conocer el bien y el mal.’” Estos elementos son significativos porque permiten vislumbrar un proceso posterior a la transgresión, un proceso de liberación; puesto que el relato (Gn 2,4b-3,24) se caracteriza por una atmósfera sapiencial. Igual que en los relatos de sabiduría, se trata de la condición humana bajo todos sus aspectos: trabajo y pena, vida y muerte, sexualidad y deseo, vestido y desnudez, bien y mal, conocimiento y sabiduría.2 Lo sapiencial no señala realidades aisladas, es decir: la creación, la transgresión, el juicio, liberación y expulsión; sino señala la dinámica de la realidad humana a través de ellas. Realidades que posibilitan un proceso de humanización porque el hombre se desarrolla a través de ellas. Entonces la humanidad por su fragilidad no queda aislada en la transgresión, la Gracia de Dios la libera. Dicho de otro modo, la condición humana se enmarca en una dinámica de transgresión y liberación. La finalidad de esta investigación es analizar esta dinámica para plantear una propuesta de humanidad liberada. Es decir, frente a realidades negativas de la vida está el proyecto salvífico de Dios, al cual está llamada la
humanidad. La humanización consiste en un proceso de pasar de la transgresión a la liberación.