La imperante necesidad de crear un ambiente empresarial fiable y como motor de desarrollo en la sociedad, ha sido una motivación gubernamental para incentivar la creación de empresas con facilidades fiscales en sus primeros cinco años de creación con el fin de fortalecer y estabilizar los flujos de caja y planeación financiera de pequeñas y medianas empresas. Lo anterior no se ha logrado traducir en resultados positivos, debido a que según datos de la agencia nacional de competitividad e innovación el 80% de las empresas que se crean en el país no logran mantenerse en el mercado después de su cuarto año, lo que supone una errada planeación estratégica de dichas compañías, en el mediano y largo plazo derivada de una visión inmediatista de los resultados.