El uso estratégico del miedo ha permitido a través de procesos de securitización el establecimiento del Estado de seguridad en lo que concierne a asuntos migratorios en Hungría, debido a que el miedo es el principal motivo por el cual las personas se protegen en el Estado de seguridad o deciden seguir un proyecto político desde el que se renuncia a las libertades y la defensa de los derechos para que prevalezca el orden y la seguridad. La crisis de refugiados en Europa del año 2015 dio cabida en el panorama político húngaro a la reafirmación de grupos de derecha y facilitó el desarrollo de un proceso de securitización a través de mecanismos como la persuasión, la propaganda, el aprendizaje y la socialización contra las personas que llegaban en busca de protección internacional. Lo anterior, desembocó en la instrumentalización del miedo a la muerte, a la perdida de una posición económica, y a la deconstrucción de una supuesta identidad colectiva; para legitimar acciones extraordinarias fuera del juego político tradicional y de la esfera democrática del respeto a los derechos humanos y las convenciones internacionales.