El uso de guías es una herramienta didáctica tradicionalmente utilizada, no solo en educación médica y ciencias de la salud sino en múltiples profesiones, principalmente por aquellos que fundamentan su quehacer docente en el constructivismo. Su utilidad se ha centrado para la formación en medicina y otras ciencias de la salud en la estandarización de protocolos de manejo, los cuales muchas veces utilizan, por ejemplo, a la denominada medicina basada en la evidencia, como criterio fundamental de calidad con el fin de lograr dicha estandarización conceptual. La utilidad que tienen las guías de simulación clínica difiere un poco de este concepto y, a pesar de requerir obviamente de una fundamentación científica inequívoca, las guías se convierten en un producto intelectual docente, centrado en un proyecto educativo que refleja en la mayoría de los casos una escuela de formación.A diferencia del concepto descrito de manera tradicional, en el cual el objeto de las guías corresponde a la globalización y estandarización de procesos, las guías en simulación clínica, si bien estandarizan procesos con el fin de obtener mejores desempeños en la evaluación de los mismos, no pretenden ser globalizados sino centrados en una visión de formación docente acorde con el proyecto educativo institucional; por lo tanto, son de carácter institucional y favorecen el desarrollo de la denominada “escuela de formación”.De igual manera, el uso de guías de simulación clínica favorece los conceptos educativos actuales, tales como evaluación formativa, autoevaluación y coevaluación, seguridad psicológica, formación por competencias y seguridad del paciente.