La fenomenología de Jean-Luc Marion ha tenido un impacto mayor sobre la teología contemporánea. Más allá de la simple reconfiguración de los objetos tradicionales de la teología y de la manera según la cual podemos pensarlos, la obra de Marion nos impone repensar el mismo discurso de la teología, redefiniéndola en su relación con la filosofía y la metafísica constituida en onto-teo-logía. Al oponer la teología como discurso “sobre Dios” a la teología como discurso “a Dios”, se muestra que Marion supera esta oposición pensando la teología –con Pascal– como un discurso racional que se declara desde el punto de vista del amor.