El municipio de Curumaní, ubicado en el departamento del Cesar, Colombia, cuenta con un bosque seco tropical, ecosistema caracterizado por poseer una gran diversidad vegetativa, donde se destaca la riqueza de plantas con propiedades curativas, las cuales carecen de registros en la zona de estudio. Con el propósito de fomentar la preservación de los saberes ancestrales asociados a las plantas medicinales, se realizó un inventario de nombres comunes y usos de plantas medicinales, implementando 20 entrevistas semiestructuradas a los habitantes del casco urbano del municipio de Curumaní, en las que se indagó sobre la etnofarmacología de las plantas usadas, así como la percepción personal sobre las mismas. Se registraron 148 especies agrupadas en 60 familias botánicas. Las familias más ricas fueron la Fabaceae y Asteraceae con 12 especies, con 12 especies cada una, seguida de la Lamiaceae con 8 y Rutaceae con 5. De las 20 personas entrevistadas, 15 mencionaron el paico (Chenopodium ambrosioides) y la sábila (Aloe vera), siendo estas las especies más reportadas en el municipio. Por otra parte, el llantén (Plantago major) tuvo la mayor importancia relativa (2,0), al tratar alrededor de 16 síntomas de ocho sistemas corporales.