Descripción
Se define oxigenoterapia como el uso terapéutico del oxígeno administrado en una concentración mayor que la del aire ambiente, es decir, mayor al 21%. La oxigenoterapia se ha convertido en una de las intervenciones más ampliamente usadas en la práctica médica y debido a esto se deben conocer con claridad las indicaciones, beneficios y potenciales riesgos de su uso ya que el oxígeno se considera una droga más del armamento terapéutico.
El objetivo del tratamiento es aumentar el aporte de oxígeno a los tejidos con el fin de prevenir o tratar los síntomas de la hipoxia al maximizar la capacidad de trasporte de la sangre arterial. La presión parcial de oxígeno en la sangre arterial (PaO2) determina la cantidad de oxígeno que se une a la hemoglobina en los eritrocitos. Esta relación se caracteriza en la curva de disociación de la oxihemoglobina. Así, a nivel del mar a una PaO2 de 60 mmHg, la saturación de la hemoglobina en la sangre arterial (SaO2) es del 90% y este valor ha sido tomado como límite inferior a partir del cual se considera que un paciente cursa con hipoxemia. Por debajo de este límite deberá instaurarse el manejo con oxígeno suplementario con el
fin de aumentar la presión parcial del gas en los alvéolos al incrementar la saturación de la hemoglobina. Para que esta medida sea efectiva, deben asegurarse otras condiciones como son una concentración adecuada de hemoglobina y un adecuado gasto cardíaco.