El centro histórico de Bogotá presenta un deterioro en sus estructuras físicas espaciales y sociales debido a las dinámicas de crecimiento desde su fundación que lo han convertido en un fragmento segregado de esta, por ser el lugar de cohesión cultural y política del país, es fundamental su reactivación para la compresión de la cultura urbana dada su condición de vehículo y lugar y la memoria bogotana.