Description
El Mito de Magdalena es el nombre de una obra de teatro musical, nacida del trabajo colaborativo entre estudiantes de música y artes escénicas, de la Pontificia Universidad Javeriana, durante el segundo semestre académico de 2018.
En el desarrollo de este trabajo artístico, tomé como referencia varias fuentes. En la elaboración del libreto utilicé algunas narrativas del Centro Nacional de Memoria Histórica (establecimiento público nacional que se ocupa de documentar las violaciones referidas al Articulo 147 de la Ley de Víctimas y restitución de tierras de nuestro país); acompañado de las composiciones musicales de cantautores colombianos, tales como: como Luz Marina Posada, Gustavo Adolfo Renjifo, John Jairo Claro, Leonardo Gómez Jattin, Diana Hernández (María Mulata) y Etelvina Maldonado, entre otros, e historias de vida de habitantes cercanos a la ribera, donde el Río Magdalena realiza su recorrido (Cauca, Cundinamarca, Santander, Antioquia, Atlántico y Magdalena). Del mismo modo, empleé - en menos proporción-, algunos mitos de tradición latinoamericana.
Como estudiante de último semestre de Artes Escénicas y Estudios Musicales, asumí la dirección musical y escénica de esta obra, así como la sistematización del proceso, cuyo propósito es documentar las acciones escénicas, pedagógicas y musicales, y algunos de los aprendizajes en la creación colaborativa del Mito de Magdalena. Estoy convencida que trabajos como éste aportan conocimiento y articulación a nuestras profesiones; permiten una mirada crítica y propositiva hacia otros ensambles similares y fortalecen propuestas identitarias en la construcción de iniciativas promotoras de una cultura de paz para nuestro país.
El presente documento recoge los anteriores elementos, en tres capítulos: el primero recoge información general sobre el proyecto; el segundo capítulo describe la experiencia artística, y el tercero reflexiones sobre los aprendizajes.
El marco de referencia de la sistematización fue el Río Magdalena, pudo haber sido cualquier otro escenario, donde el arte y la pedagogía necesitan ser mediadores de actos conscientes y transformadores, en una sociedad enferma por la conquista de territorios (desde el cuerpo hasta el espacio geográfico, cultural, económico y político). Ese fue nuestro principal aprendizaje.