Descripción
La novela El don de Juan es una muestra de la confusa situación que experimenta el protagonista, Luis Mejía, al verse inmerso en el proceso de transición entre modernidad y posmodernidad. Tres componentes son esenciales para comprender la angustia emocional que genera este cambio paradigmático en la novela. El primero es la construcción estructural anticanónica, cargada de pliegues narrativos, historias con múltiples finales con posibilidades de elección por parte del receptor. Adicionalmente se incursiona en la incorporación de estrategias audiovisuales, adaptadas a la palabra escrita, para fortalecer la idea de influjo mediático en el pensamiento contemporáneo. El segundo componente permite vislumbrar la génesis del sujeto inmerso en el halo posmoderno, quien utiliza la imaginación como paliativo a la rigurosidad del sistema que lo funge a conseguir un trabajo que no es más que la obligación de encajar en un esquema impuesto por el capital y en el que el protagonista es tan solo un piñón. Cobra valor entonces su recurso imaginativo como una manera de desfogar las posibilidades que en el mundo real le son vedadas. Por ende, su construcción imaginativa no es solo un escape del sistema, es el reflejo de sus debilidades. Por último hacen presencia los mass media como una recurrencia significativa en la construcción de ese sujeto y a su vez como un recordatorio de que es imposible desligarse de ellos, que han reformado la manera de ver el mundo y que las pantallas empiezan a competir de igual a igual con la abstracción.