Nuestra investigación tuvo como objetivo explorar las maneras en que mujeres diversas en función de su edad y lugar de procedencia vivencian el placer sexual como un posible lugar de control patriarcal, y a su vez, de agencia y poder. Lo anterior lo hicimos a través de una metodología de investigación participativa, haciendo uso de una entrevista semiestructurada y un taller experiencial. A través de la primera, indagamos acerca de las vivencias de las mujeres sobre su placer sexual, la influencia de los roles de género, las posibles restricciones patriarcales que han sentido en su exploración y las maneras en que han resistido ante ellas. Y, por medio del taller, pretendimos generar un espacio para las participantes de conexión en torno a sus historias y su corporalidad, en busca de propiciar un lugar seguro para el reconocimiento de sus placeres. En el análisis de resultados, encontramos que hay una fuerte influencia social en la vivencia de la sexualidad de las mujeres, que genera sentimientos de culpa, vergüenza y miedo, haciendo que se creen represiones y tabúes alrededor de la forma en que expresan y experimentan su placer. A su vez, todas han encontrado maneras de responder y transformar sus realidades, a través del lenguaje, de ser conscientes e informarse, y de ejercer acciones que les han permitido cambios en la forma en que se vinculan con ellas mismas y con los otros.