En cualquier relación jurídica es inevitable el surgimiento de conflictos, especialmente en
contratos de infraestructura. Es en este escenario donde los dispute boards suelen ser más
utilizados y se configuran como una herramienta eficiente para que controversias de carácter
técnico puedan ser resueltas favorablemente para la ejecución de un negocio.
Esta figura no se encuentra regulada en Colombia, de manera que la voluntad privada de las
partes de un contrato cobra especial relevancia, pues son ellas quienes habilitan su
funcionamiento, la determinación de los elementos que la caracterizan, y sus efectos,
haciendo de ella un mecanismo idóneo.