En este trabajo, se visualizan los conflictos que genera la división entre padres e hijos, entre los cuales se presentan la incomprensible actitud de las generaciones adultas frente a la cultura juvenil, la apatía de los jóvenes frente a las ideologías de las generaciones adultas, las desatenciones por parte del Estado, la Iglesia y las mismas comunidades frente a las familias, los jóvenes y los niños. Se trata de construir y aportar a la construcción de la comunidad alternativa de Jesús con el testimonio de vida y siguiendo su ejemplo, en ayuda de liberar del egoísmo y la indiferencia hacia los cuales se inclinan los seres humanos en la actualidad. El sentido de vida que parte desde la presencia del amor es motivación para formar comunidad fraternal en Cristo muerto y resucitado, que muestra el camino a la vida plena, esperanza en un mundo más humano y, de paso, la posibilidad de vida eterna, porque así como Cristo resucitó sus seguidores hermanos en la fe resucitarán con Él. Los contextos y textos interactuando dan lugar a los lineamientos para formar comunidad, resaltando su carácter educativo, como uno de los factores más importantes. El formar en la conciencia, acerca de la necesidad de un cambio para construir un mundo más humano al servicio del proyecto de Dios, implica responsabilidad y amor entre hermanos, se pide apertura al diálogo intrafamiliar para la construcción de la comunidad hoy, que necesita del sentido de vida y la esperanza, para una vida integral y digna de ser vivida.