Las comunidades campesinas del municipio de Firavitoba se han visto obligadas a combinar modelos tradicionales de producción agropecuaria con prácticas extractivas en medio de un contexto conflictivo donde los impactos negativos sobre el suelo, el agua, la biodiversidad y los paisajes son muy altos. La pérdida del control territorial por parte de estas comunidades a manos de este sector minero ha debilitado profundamente la gestión sustentable del territorio y ha abierto el campo a una actividad de tipo extractiva como es el caso de la minería de construcción. Con la investigación se buscó evidenciar los impactos que genera el sector extractivo de materiales de construcción en un territorio históricamente campesino y como el desarrollo de este tipo de proyectos puede llegar agudizar la vulnerabilidad de los habitantes de estos territorios y erosionar gravemente los medios de vida y las formas de relacionamiento con la naturaleza.