Descripción
Estudios como el de Burgos, Canaval, Tobo, Bernal y Humphreys (2012), afirman que la violencia contra la mujer puede darse en todas las esferas de la sociedad, principalmente en las poblaciones menos favorecidas. Una de las causas principales de la problemática es una capacidad limitada de las mujeres para comprender y tomar conciencia de su entorno en cuanto a la posible violencia de género y actuar en consecuencia, a manera de hipótesis.
Como estrategia para superar esta limitación se identifica la implementación conjunta de los principios y herramientas pedagógicas de la pedagogía y liderazgo ignaciano. Se trata de una formación integral basado metodológicamente en los cinco momentos pedagógicos del Paradigma Pedagógico Ignaciano (PPI) y los rasgos y principios del liderazgo ignaciano, enfocado en la Sensibilización de la percepción de violencia de género de mujeres en condición de extrema vulnerabilidad.
Colombia tiene un gran avance normativo en los últimos años sobre los derechos de las mujeres, ha ratificado todos los tratados internacionales vigentes sobre derechos humanos y derechos de las mujeres. Sin embargo, Las mujeres en la sociedad se han asociado a la percepción de sumisa, delicada y quien debe obedecer a su pareja; al hombre se le muestra como jefe y controlador del hogar, lo cual, en este supuesto, incluiría la licencia para acudir a conductas violentas para controlar y “corregir” a su pareja, lo cual se ve reflejado en las preocupantes cifras y condiciones de los departamentos y las ciudades a trabajar (Popayán y barranquilla).
La comuna 7 de Popayán, que es donde se encuentra el Asentamiento Triunfemos por la Paz, es aquella en la que se ha identificado tanto el mayor número de casos de presunto delito sexual, como el mayor número de asesinatos y hurtos, según registró la policía en 2017. Situaciones como estas dificultan, especialmente para las mujeres. (Alcaldía de Popayán, 2020, p. 5). Por otra parte, el municipio de Baranoa - Atlántico, no es ajeno a este flagelo, en la última década ha tenido como víctimas mortales a 6 mujeres y una niña de los cuales dos de esos crímenes rondan en total impunidad (Zona cero, 2020).
La violencia de genero por si misma constituye un estado de conflicto, y aunque este muchas veces no sea físico, siendo simbólico, muestra la imposibilidad de llegar a una verdadera paz, es por ello que se ha hecho necesario formular un proyecto como este, con todas sus aristas, a partir del marco lógico, análisis sistémico, entre otros.