La revisión documental nos muestra que a pesar de lo que muchas personas afirman la literatura es muy clara al demostrar que el castigo físico y humillante tiene efectos negativos a largo plazo sobre la vida de las personas los cuales son escondidos y no reconocidos. De los documentos revisados podemos concluir que las personas que tienen experiencias de castigo físico en la infancia presentan mayores efectos sobre la salud mental ya que de los 30 documentos revisados el 31% de estos concluyen que las personas que vivieron castigo físico en la infancia actualmente presentan trastornos mentales, seguido de trastornos de personalidad y transmisión generacional con 7 documentos correspondientes a un 24%.