En una era en la cual, la consciencia del ser humano se ve diluida por la fuerte ola de la globalización, del escepticismo y la ignorancia de la propia existencia, es un reto confiar que cosas tan elementales como el sentir, escuchar, aceptar y recordar, puedan ser la clave para derrotar una idiosincrasia basada en los fundamentos de la guerra. En Los Acuerdos, imágenes en las que se entrelazan los seres vivos, yacen las relaciones que develan y transforman un panorama que parece obscuro y sin solución; la esperanza se alberga en cada uno de nosotros, en los diálogos que entablamos con todo lo que nos rodea y aquello que conformamos.