En la aviación civil los planes de vuelo no siempre se apegan a su itinerario, hay problemas en los aeropuertos, demoras por los pasajeros o la tripulación, gasto inesperado de gasolina, condiciones meteorológicas adversas, etc. Lo más común es que todos estos factores se agrupen y provoquen gastos innecesarios en los vuelos. Además, cuando esto sucede, se afecta el trayecto aéreo de una aeronave con un plan de vuelo específico y esta acción genera que los costos inicialmente establecidos para el trayecto se incrementen.
En la actualidad, el problema subyace cuando un avión se encuentra con condiciones de vuelo adversas como variaciones de altitud, fuerte turbulencia, fuertes vientos, baja visibilidad y altas temperaturas así que debido a eso es necesario cambiar su plan de vuelo inicial. Para realizar este cambio se efectúa un contacto directo entra el controlador aéreo y el capitán del vuelo, para que de manera conjunta puedan definir el nuevo trayecto aéreo para la ruta que tiene la aeronave. Sin tener conocimiento previo sobre los costos que se puedan llegar a generar dependiendo del nuevo trayecto, el controlador aéreo y el capitán de vuelo toman una decisión en la cual los costos relacionados al plan de vuelo inicial podrían llegar a tener un incremento innecesario.