Descripción
De cara a los desafíos que se presentan en el recién comenzado siglo XXI, el autor ofrece algunas perspectivas para la Iglesia, su pastoral y su teología. Dichas perspectivas se plantean teniendo como telón de fondo la urgencia de que la Iglesia, frente a un mundo excluyente e insolidario, se presente como “casa y escuela de la comunión” donde no se excluye a nadie y donde la solidaridad con todos, sobre todo con los excluidos, hace que ellos se sientan “como en su casa”.