Descripción
Es claro que continúa vigente el paradigma dualista que divide la realidad entre materia y espíritu, razón y emoción, el mundo de lo humano y el mundo de la naturaleza, Dios y mundo, hombre y mujer, división que por otra parte parece sacralizar unos aspectos al conferirles un valor relevante frente a ladevaluación e inferioridad de otros. Por esta razón es necesaria una trasformación interior que nos permita mirar de forma integral la realidad, del ser humano hombre y mujer, y éstos en su relación con el cosmos.