El sistema penitenciario en Colombia en particular, y el sistema jurídico en general, son considerados por legos y expertos como claros ejemplos del divorcio entre lo que dice el papel y lo que se constata en la práctica. A partir de esta historia inédita del surgimiento de instituciones tales como la pena de prisión, el ejercito permanente, la policía, las leyes de orden público y el banco nacional, el autor identifica la estructura de los usos políticos y las prácticas discursivas que hacen posible este divorcio. La investigación confirma que este hecho hace posible el uso obsceno del derecho y la práctica discursiva del mesianismo político en contra de las minorías.