Descripción
El proyecto nace de una inquietud básica, ¿por qué la contemporaneidad de la arquitectura es un entorno tan chocante con las dinámicas de los entes orgánicos?
El trabajo se enfoca inicialmente en realizar una recolección teórica inicial mediante la cual se puedan comprender las dinámicas de la contemporaneidad y como se entrelaza el habitar con los emergentes seres algorítmicos, nuestra relación con las inteligencias artificiales y se puede contemplar el habitar a futuro en base a ello. Para esto se desarrolla un marco teórico filosófico bajo las visiones de Zygmut Bauman con su concepto de liquidez, Manuel Castells con su concepto de flujos y David le Breton con la antropología del cuerpo.
Se adopta el concepto de la multipresencia, siendo esta una experiencia o estado de relación entre múltiples factores simultáneos que actúan conjuntamente acorde a un proyecto o necesidad. Se complementa este con el espacio físico donde se puede experimentar la misma, un espacio protésico, siendo aquel una extensión del cuerpo enfocada en reemplazar o potenciar una capacidad, una extensión de la piel misma.
Lo anterior nos lleva a replantear tanto los procesos de diseño como la misma relación de las personas con su hábitat. Entendiendo la estructura habitacional se plantea la posibilidad de aprovechar el potencial de los escenarios virtuales para plantear nuevas formas espaciales complementaria al mundo físico a partir de metaheurísticas.
En el proyecto incurren dos metodologías, por un lado, las metaheurísticas, que plantean la solución no lineal de problemas complejos, soluciones que nacen de la comunión entre un uso no convencional de la computación (bio-inspirado) y una problemática multinivel. Esta metodología es aplicada en el desarrollo de escenarios virtuales interactivos, conforme a estudiar la interacción entre una persona y su espacio.
La segunda un proceso cualitativo con enfoque fenomenológico, que implica realizar una recopilación de experiencias y recogimiento de datos, conforme a comprender y analizar las exploraciones realizadas con los voluntarios.
De este modo, se plantea el proyecto como un espacio naciente a partir de la interacción entre usuario e inteligencias artificiales, generando una experiencia compuesta de un módulo experiencial físico y una serie de simulaciones virtuales.
El módulo experiencial físico fue diseñado para aludir principalmente al sentido del tacto, componiéndose de estructuras deformables y reguladores de temperatura los cuales podrían ser controlados desde su interior.
Mediante el aprovechamiento las herramientas digitales se generan una serie de simulaciones, escenarios donde se pueda experimentar el ideal de la multipresencia, un espacio que actúa como la extensión del cuerpo mismo. Se apoya de la realidad virtual para aludir a los sentidos de la vista y audición conforme a cambiar la percepción espacial. Se traslada al sujeto dentro del espacio tridimensional mediante la captura de movimiento, traduciendo sus movimientos dentro del programa, permitiéndole interactuar con los entornos digitales.
En base a este proceso de experimentación inclusiva con múltiples usuarios tanto humanos como animales no humanos, se generan morfologías complejas las cuales expresan el relacionamiento entre un organismo y su espacio, planteando así la posibilidad de explorar el diseño en base a la proyección del cuerpo.
Entre las conclusiones principales del estudio se postra como la principal visualizar como mediante las interacciones se engendran morfologías complejas que difieren completamente del habitar contemporáneo, dejando una fuerte inquietud en cómo se viene desarrollando el oficio de la arquitectura, permitiendo replantear el habitar como una emergencia generada a partir de la relación activa. Aparte se concluye que existe el potencial terapéutico de una arquitectura bioinspirada y se puede hacer tangible un espacio virtual creando una relación con los sentidos, los receptores de información de los seres orgánicos.