Descripción
La enfermedad coronaria es una entidad con causas múltiples, la primera causa de mortalidad en el mundo actual y, para el año 2025, la primera causa de morbilidad mundial. Dado su origen multicausal, el enfoque debe ser también múltiple; con revisión a todos los factores. Uno de los factores de riesgo, la dislipidemia, tiene varios aspectos que necesitan atención y control, aunque ésta se haya centrado tradicionalmente en el c-LDL, sin prestar mayor cuidado a las otras subfracciones. Los estudios clásicos en lípidos, principalmente con estatinas, han dirigido su atención, al c-LDL y se encuentran estudios en los que hay reducción en c-LDL sin cambios (o con muy pocos) en c-HDL. Aunque hay disminución en el riesgo de eventos y mortalidad, pueden apreciarse riesgos residuales significativos. Un estudio con fibratos tuvo los resultados opuestos, un aumento significativo en el c-HDL sin cambio en el c-LDL, y se observó una reducción interesante en el riesgo, pero con un riesgo similar al observado en los estudios con estatinas. Los estudios con intervenciones múltiples que impactan todas las subfracciones lipídicas, han mostrado cambios significativamente mejores en riesgo. La adición de niacina de liberación extendida al armamentario terapéutico ha permitido, en combinación con estatinas, obtener un mejor control de todas las subfracciones lipídicas, así como reducciones significativas en riesgo y en crecimiento de placa. Los efectos de la niacida de liberación extendida son reducción de c-LDL y triglicéridos, aumento en c-HDL y también reducción en LP(a), así como cambios benéficos en apoA y apoB. Las reacciones adversas, como el enrojecimiento, pueden controlarse y en muchos casos evitarse, y han mostrado ser pasajeras y disminuir hasta desaparecer con el tiempo.