Description
El surgimiento de nuevos grupos armados, como consecuencia del proceso de desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia, ha generado una transformación en las dinámicas del conflicto armado colombiano. Sin embargo, actualmente estos grupos han sido denominados bandas criminales desde el nivel institucional, lo que ha llevado a que su estatus jurídico haga parte de la justicia penal ordinaria. Lo anterior tiene repercusiones en el tratamiento que se realiza a los menores de edad que hacen parte de dichos grupos, pues tienen una doble condición jurídica: pueden ser atendidos por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar e iniciar un proceso de restablecimiento de derechos y reintegración o, lo que comúnmente sucede, es que sean juzgados dentro del marco de la justicia penal adolescente porque son considerados como delincuentes comunes. El principal objetivo será, entonces, argumentar la importancia de incluir a los menores que hacen parte de las Bacrim como víctimas del conflicto armado, pues de esta manera será posible reconocer la vulnerabilidad del entorno en el cual se encuentran inmersos y, en ese sentido, poder restablecer sus derechos. Finalmente, tener en cuenta a los menores de edad reclutados por grupos sucesores como víctimas de reclutamiento (y no de uso) podrá brindar información valiosa para el diseño de herramientas pertinentes para la construcción de paz en el país, entendiendo la importancia que ello tiene en la coyuntura actual de diálogos de paz en La Habana entre el gobierno y la guerrilla de las Farc EP.