Las ciudades como emergentes actores subnacionales tienen un papel creciente y generan importantes cambios en el orden internacional, transformándose en poderosos núcleos con protagonismo e impacto multidimensional porque sirven como focos de desarrollo para articular estratégicamente la actividad de demás actores que allí interactúan.
China en la poderosa administración de Xi Jinping es un gran ejemplo para explicar la forma en que se aprovecha el desarrollo de megaciudades para afianzar sus capacidades; por ende, este es un estudio integral y exhaustivo del diferenciado funcionamiento del Estado chino para renovarse, reafirmarse y aumentar su influencia, ya que ahora no solo se debe a las demandas internas, dado que con el tiempo ha debido adaptarse también para responder a lo que supone un mundo interdependiente.
Entonces, mediante la teoría del realismo neoclásico se analizan las tendencias que impactan en política exterior a partir de lo doméstico en el vínculo del Estado con su sociedad y lo sistémico en las condiciones del contexto global. Por esta razón, se aborda la construcción de la megalópolis de Jing-Jin-Ji y su nueva área de Xiong’an como nuevo prototipo de urbanización que coordina con la fuerza del aparato estatal del país, al ser aprovechado como un competitivo laboratorio para intensificar la seguridad y prosperidad nacional e internacionalmente; siendo un modelo tanto replicable por servir de aprendizaje para el futuro u otros megaproyectos, como destacable porque expone la marca de un moderno socialismo con características chinas al mundo.