Actualmente el consumo cultural en el país está disminuyendo y las personas lo hacen con una baja frecuencia, en promedio una persona asiste una vez al año a eventos culturales. Esto se da por diferentes razones, ya sea el poco interés hacia este sector o la poca información que tiene sobre la oferta existente, debido a la baja divulgación que esta tiene. La localidad de Teusaquillo en Bogotá, es una de las zonas afectadas por este problema, pues tiene una gran cantidad de sitios de interés cultural tales como teatros, casas culturales, entre otros.
Buscamos aplicar el diseño de experiencias para acercar a los habitantes de Bogotá con los sitios de interés cultural de Teusaquillo. Un elemento clave en este proyecto, fue generar que las personas recorrieran el lugar y conocieran por si mismos los diferentes rincones de algunos barrios de esta localidad para crear un vinculo más estrecho y por un tiempo más prolongado.
Por lo anteriormente mencionado, el propósito general del proyecto es fomentar el consumo de la oferta cultural de Teusaquillo, por parte de los habitantes de Bogotá entre los 12 y 64 años. Buscando dar a conocer la variada oferta cultural de Teusaquillo y hacerla más llamativa para que las personas la consuman y lo hagan con mayor frecuencia.
El proceso creativo estuvo apoyado por cuatro grupos de enfoque que aportaron al proceso y a la toma de decisiones para llegar, como propuesta final del proyecto, al planteamiento de un festival cultural que tomaría lugar en Teusaquillo, principalmente en dos parques: Parque Magdalena y Parque urbanización Palermo. Este festival tendría una duración de tres días, cada uno dedicado a una de las siguientes áreas del arte independiente que se presenta en Teusaquillo: artes escénicas, artes plásticas y artes musicales. Durante el festival, las personas podrán conocer y experimentar la oferta cultural de estos sitios de interés a través de diferentes actividades. La intervención del diseño está se puede ver en el planteamiento de cómo se desarrollaría este festival y en las experiencias sensoriales que se desarrollaran en uno de los parques, según el tema de cada día, estas se realizarían al final del día para terminar con un detonante fuerte, para crear recuerdos que duren ye inciten a los asistentes a volver a Teusaquillo.
Como conclusión después de la comprobación de esta propuesta, pudimos ver que el festival tuvo un impacto positivo en sus posibles clientes, puesto que aumenta su intención de consumir cultura en Teusaquillo y también tuvo una alta percepción de valor, pues estaban dispuestos a pagar un rango alto de dinero por una entrada a un día del festival.