La microglía tiene un rol crítico en la homeostasis del sistema nervioso central (SNC). Ante una injuria de tipo traumático o metabólico, se caracteriza por alteraciones morfológicas y bioquímicas. Estos mecanismos se dan como respuesta a estímulos inflamatorios y conducen a la secreción de mediadores inflamatorios (citoquinas) que pueden afectar directamente la viabilidad y el funcionamiento celular. En este contexto, la modulación de la activación de microglial puede ser considerada como una potencial estrategia terapéutica protectora frente a injurias cerebrales o y procesos neurodegenerativos. Reciente evidencia demuestra que el uso de compuestos estrogénicos (esferoides neuroactivos) puede proporcionar un efecto protector que contrarresta el daño cerebral, regulando los procesos de activación glial.
Se estudió el efecto de la tibolona en un modelo microglial simulando un ambiente inflamatorio metabólico con ácido palmítico. Para suministrar evidencia sobre el efecto protector de la tibolona, se determinó su acción sobre un mejoramiento en la viabilidad celular, el estrés oxidativo y la función mitocondrial. El mecanismo protector de la tibolona se demostró asociado preferencialmente al receptor de estrógeno beta, lo cual se evidenció mediante el bloqueo y activación farmacológica de los receptores de estrogeno. Adicionalmente, se demostró que la tibolona disminuye el estrés oxidativo mediante la modulación de la expresión de enzimas y proteínas responsables de la regulación antioxidante, y de igual manera la tibolona incrementa la expresión de neuroglobina, una proteína que ha sido ampliamente reportada en neuronas por sus efectos protectores. Al mismo tiempo, la tibolona ejerce un efecto protector regulando la expresión de citoquinas pro-inflamatorias y antiinflamatorias, como también la translocación de la subunidad p65 del factor de transcripción NF-kB regulando el proceso inflamatorio.