Desde el desarrollo de los sistemas informáticos que permitieron la organización de la información, los monopolios políticos y económicos tomaron partida para distribuir la información que era pertinente en sus procesos expansivos, de esta manera los medios se vieron controlados y condicionados a modelos de comunicación que permitían la verticalidad que favorecía los monopolios. Frente a la aparición de nuevos modelos más horizontales y democráticos, los monopolios buscaron la forma de remendarse y continuar con sus dinámicas dentro de sistemas como Twitter, que proporcionan herramientas para entender la comunicación como una red repleta de nodos, en contraposición con la comunicación establecida en los medios tradicionales donde claramente el monopolio protagoniza el papel de emisor frente a un receptor pasivo. Las dinámicas dieron un giro y actualmente nos encaramos a una revolución informativa donde los, ahora usuarios, tienen la posibilidad de tomar partida en la agenda de medios gracias a las herramientas y modelos planteados por los nuevos medios democráticos, que aún intentan ser permeados por los monopolios.