El objetivo de este artículo es indagar sobre las formas y posibilidades de inscripción de las huellas de lo traumático en las narraciones cinematográficas posdictatoriales. Se analizan las estrategias discursivas del firlme Un muro de silencio (1993) de Lita Stantic como exponenete de una "política de rememoración" que utiliza lo que denominamos "memoria airada".