Según Jordi Borja el espacio público es un indicador de calidad, es un factor sintomático, el espacio público no solamente se considera como un indicador de calidad urbana sino también como un instrumento privilegiado de la política urbanística para hacer ciudad sobre la ciudad y para calificar las periferias, para mantener y renovar los antiguos centros y producir nuevas centralidades, para suturar los tejidos urbanos, para consolidar relaciones sociales y para dar un valor ciudadano a las infraestructuras. Las relaciones entre los habitantes se materializan, se expresan en la conformación de las calles, las plazas, los parques, los lugares de encuentro ciudadano, en los monumentos, son infraestructuras de comunicación. Reconociendo el eje del Rio Tunjuelito como un aporte para la ciudad y como una estructura de comunicación, se propone crear un sistema cultural alrededor de este, acompañado de diferentes usos y actividades que reestructuran el lugar para reactivarlo y consolidarlo como un eje importante que hace incluyente las periferias urbanas que están localizadas al sur de la ciudad, generando escenarios que consolidan las relaciones sociales y culturales de este sector de la ciudad. Para luego entrar a detallar un tramo como modelo de desarrollo para que se lleve a cabo por el paso del rio.